jueves, 21 de octubre de 2010

LA LÁGRIMA DE OBIAJULU

Anoche me acosté tarde. No tenia sueño. Los nervios por el encuentro con Matías no me dejaban dormir. Estaba ansioso por ver a mi querido amigo. Hacía años que no nos veíamos. Manteníamos contacto por msn y por teléfono, pero en pocas ocasiones habíamos podido quedar para vernos. Las muchas conferencias que daba por todo el planeta le mantenían alejado de mí y del resto del grupo. La última vez que nos reunimos todos lo hicimos con motivo del funeral de su madre.Amalia, apareció al cabo de diez años. Cuando encontró una carta que explicaba los motivos de su huida, pero de eso hablaremos en otro momento. pasó los últimos años en un manicomio llena de dolor. Sus pupilas estaban raramente dilatadas en forma de media luna. Me tomé varias copas viendo una peli: No me acuerdo cuando me quedé dormido. Lo que sí recuerdo fue el sueño que tuve. Paseaba por una playa cuya arena era de color rosa. Era al atardecer. El sol se reflejaba en las aguas de un rosa suave formando una imagen de postal de enamorados. La bahía estaba desierta. En un momento me vi frente a un árbol formado por miles de lágrimas de amatista tan hermoso que creí que había muerto y me encontraba en el Paraiso. Enseguida comprendí que había nacido ese árbol fruto de la lágrima que un día mi amigo Obiajulu derramó en la arena. Lágrima que representaba todas las lágrimas derramadas en tantas playas por su gente, por la mía y por la de todos. En el sueño vi como una figura de mujer se acercaba a mí y me susurraba al oído algo que no entendí: Cola de dragón rosa. Después desapareció. Miré hacia el mar y pude ver también, los tristes ojos negros de mi amigo. Una fina lluvia comenzó a  caer y me nubló la vista. En ese momento desperté empapado en sudor. Un sudor frío como si la luvia del sueño me hubiera mojado.

2 comentarios:

Vaquero Jack dijo...

Querido Juan,

Gracias por darle continuidad a esta historia, y gracias también por darle continuidad a la amistad.

Un fuerte abrazo,
VJ

TUT dijo...

He llegado aquí tras la senda de un amigo y me encuentro con este blog tuyo tan personal.

Me gusta esa imagen del árbol cubierto de lágrimas de amatista en la playa rosa, una imagen muy evocadora.

Si me lo permites te visitaré en el futuro.

Un saludo.